Desde que el test de Turing está obsoleto, muchos investigadores han buscado la forma de descubrir si una IA intenta suplantar a una persona. Por ello, en un artículo recopilamos hasta siete pruebas perfectas para intentar desenmascarar a esta tecnología. Y, en esa serie de prácticas, destaca una conclusión común que explica por qué algunas inteligencias artificiales no consiguen suplantar a humanos: son incapaces de razonar o usar la lógica.

En un experimento reciente, Aaron Batilo puso a prueba la habilidad de ChatGPT a través de casi 50.000 preguntas estilo trivia. Para ello, invirtió 100 dólares para exprimir al máximo a la IA con preguntas que ofrecían hasta cuatro respuestas, una situación que obligaba a la herramienta de chat a optar por una de las soluciones. Y, como compartió el propio Batilo en su página web, aunque la tecnología se defiende bien ante preguntas que requieren documentación y conocimientos, no cuenta con un ratio de aciertos elevado en otras que necesitan visión espacial o lógica.

Cada vez es más difícil distinguir a una IA de un ser humano
Para su experimento, Batilo utilizó una batería de 49.717 preguntas extraídas de OpenTriviaQA, una plataforma con recursos para aquellos que deseen investigar con inteligencias artificiales. A raíz de la temática de estas, el investigador concluyó que el ratio de aciertos en temas como geografía (77%) o humanidades (75%) es muy alto, una situación que choca contra el conocimiento de la IA en otros aspectos más amplios como los videojuegos (51%) o la lógica (50%). Además, el propio Batilo cree que es posible que haya acertado alguna que otra pregunta gracias a la suerte a la hora de responder, una característica muy ligada a los humanos.

Por el momento, la conclusión de este estudio es que las IA son capaces de acertar 2 de cada 3 preguntas gracias al ratio de acierto de 67%. En campos que requieren documentación histórica y mucho estudio, las inteligencias artificiales rinden mejor ya que internet está plagado de datos e información; por el contrario, cuando es necesario usar la lógica, la razón o una visión especial, el ratio de acierto de las IA baja hasta un 50%. Pese a ello, Batilo considera que el conocimiento y las capacidades de estas tecnologías aumentará en los próximos años, razón por la que cada vez acertarán más preguntas.