Por primera ocasión en 19 años, el Instituto Municipal de Cultura y Arte (IMCA) de Guaymas convocó a la comunidad en general a ser parte del proceso creativo e inscribirse en el taller de elaboración de calacas.

La señora Flor está haciendo la figura de un niño autista con un carrito de juguete entre las manos, dedicada a su nieto que padece esa condición; ella sabe que el muchacho se alegrará al verla. Ada, ex instructora de judo y practicante de esa disciplina, formó una pareja de judocas en pleno combate cuerpo a cuerpo; y Zoila, la única del grupo que tiene experiencia en el oficio, este año regresó a hacer más piezas.

Otras mujeres optaron por personajes de cine: Elizabeth está terminando la figura del Capitán Jack Sparrow, Anabel creó la versión calaca de Isabella Madrigal, mientras que su hija Sheila prefirió algo más cotidiano, con un payaso, un danzante yaqui y un elotero.  

"Cuando yo me jubile va a haber personas que puedan hacer las calacas para el festival, desde hace mucho tiempo se debió haber invitado a la gente de las colonias a participar, esto hace que puedan sentir el festival como algo propio, y no nomás como algo que organiza el Ayuntamiento", dijo Alejandro Fiol, quien por años fue el único encargado de hacer las piezas y ya es llamado "El maestro calaca".

Cuando Alejandro llegó a trabajar al IMCA tenía experiencia en confección de carros alegóricos, habilidad que aprendió de los “carnavaleros” tradicionales, entre ellos Francisco Cañedo Villegas, y cuando el Festival de la Calaca comenzó a incluir figuras le asignaron esa labor, que hoy puede enseñar a los demás.

El titular del IMCA, Daniel Moreno Blanco, comentó que el taller inició a principios de septiembre y la temática fue libre, para que hicieran la figura que desearan y poder ellos también aprender de lo que la comunidad quiere ver.

"Los festivales pueden ser muy efímeros porque son costosos, requieren mucha organización, trabajo y la gente los disfruta algunos días, pero ¿qué les deja? Tal vez un rato agradable, un recuerdo bonito, pero pueden también estar enfocados en la formación de públicos y de las habilidades de la comunidad, y en el caso los talleres, quienes aprenden se quedan con mucha riqueza", dijo.

El taller tuvo un costo de 350 pesos e inició la primera semana del mes de septiembre en los patios de la institución, donde las alumnas (y un alumno) llegaron sin experiencia y han aprendido lo suficiente como para que sus obras  formen parte de la decoración del Festival de la Calaca 2022, a celebrarse entre el 28 y 30 de octubre en el Centro Histórico de Guaymas.