Negocio característico de la frontera de Nogales, las conocidas como “Curious” o tiendas de curiosidades, han sido parte del paisaje del primer cuadro de la ciudad desde los años 40, atrayendo desde esos ayeres a los compradores no solamente del estado de Arizona, sino de toda la unión americana, con sus vistosos colores, formas y también sabores, actividad comercial que ahora solamente es un recuerdo para muchos de los vendedores.

Efraín Llamas, curiosero desde hace más de 40 años, mencionó que la época dorada para él de este tipo de locales de artesanías se dio en los años 80´s y 90´s, cuando sólo en su local podía realizar decenas de ventas y era todo un reto el poder caminar por las banquetas, debido a la gran cantidad de locatarios y turistas que acudían a apreciar y comprar lo que en esta zona se ofertaba.

Recordó que el algún punto podrían contarse cerca de 300 de estos locales en todo el centro histórico de la frontera, de los cuales sólo permanecen alrededor de 30 a 35, y muchos de estos, solo sobreviven con lo poco que logran vender a los contados turistas que todavía circulan por la zona, muchos de estos atraídos ahora por el comercio médico y los dentistas que ahora dominan el primer cuadro de la ciudad.

“Ahorita estamos en una época muy mala para la venta de la artesanía y el turismo ha dejado de venir mucho para acá, por semana se puede decir que un día puedes hacer una venta, el otro día 2, pero cuatro días, nada y así, es un promedio, yo calculo que un 95 por ciento, es mínimo lo que se ha visto”, manifestó el ‘curiosero’.

El comerciante relató que la caída del turismo inició con la tragedia de las torres gemelas el 11 septiembre de 2001, fecha en la que las medidas de seguridad de los Estados Unidos, tanto en salidas como entradas se volvieron más estrictas, además de que el gobierno de ese país, volvió algo rutinario las alertas de lugares peligrosos para sus ciudadanos, dentro de los cuales desafortunadamente México y la región de Nogales, son una constante.

Llamas relató que la tradición es muy probable termine con los últimos locatarios que se encuentran en esta zona del triángulo entre las calles Campillo y Juárez, ya que muchos de los hijos y nietos ya no han querido seguir con este tipo de trabajo, que en su momento fue la base de la economía de sus hogares, pero ahora es únicamente un recuerdo de uno de los negocios que por mucho tiempo era sinónimo de Nogales.

“Pues tal vez porque la artesanía ha sido el trabajo de la mayoría de mi vida aquí, así es si, de aquí se logró, lo que hay”, recordó.

Invitó a los ciudadanos a visitar este pintoresco espacio de la ciudad, ya que es común que en su transitar diario, que personas ni siquiera conozcan que hay una rica historia de artesanías en Nogales, por lo que mencionó que es importante al menos conocer estos espacios.